El Método de los 7 Colores fue mucho más que una formación: fue un antes y un después en mi vida. Como madre, me permitió mirar hacia dentro, reconocer patrones que venía arrastrando desde mi propia infancia, y comprender por fin muchas de mis reacciones y formas de vincularme. A la vez, me dio la claridad y las herramientas necesarias para criar a mis hijos desde otro lugar: más presente, más libre, más amoroso y desde el respeto. Lo que aprendí no solo transformó mi manera de acompañarlos a ellos, sino también mi propia identidad. Tanto, que decidí dar un giro completo a mi camino profesional para dedicarme al coaching educativo. Hoy siento que puedo llevar todo esto que me cambió a mí, a otras familias, a niños, y a toda la comunidad educativa. Es un regalo que no se guarda: se comparte.

Ligada al mundo de la infancia por vocación, descubrí el método de los 7 colores de Valeria Aragón hace ya unos años, y repetí la formación por el puro placer de la transformación que me supuso. Como ella misma dice, es un trabajo que te tienes que llevar puesto... y te lo llevas, porque no te deja indiferente. Para mí, fue una revolución interna y profesional.

Como acompañante de la infancia, necesitaba otra manera de acompañar: más humana, donde ver al niño o la niña en su totalidad, con sus recursos y sus ritmos. Valeria puso estructura, procesos, contenidos, técnicas y actividades aplicables, útiles y realistas a eso que yo deseaba, pero no terminaba de dar forma. Todo ello, desde la vanguardia de la ciencia educativa de enfoque humanista de la que el método se nutre, y que ella encarna coherentemente.

Además, es totalmente puntero ante las necesidades que nuestros niños y niñas —presentes y futuros— están encontrando en el momento social que les ha tocado vivir. Hoy, además, como madre, lo vivo aún más profundamente, porque esta mirada, este estar y este ser con la infancia... y conmigo misma, es el que elijo para mi familia.

Y como no es lo mismo contarlo que vivirlo, si sientes que hay otra manera posible de acompañamiento a la infancia/adolescencia, no lo dudes: pruébalo.

El Método Siete Colores es una experiencia educativa, muy experiencial,  potente y nutritiva donde el cambio de mirada hacia la infancia y adolescencia está asegurado.

Es un Método práctico con un amplio abanico de recursos encaminados al desarrollo del potencial de nuestros niños y adolescentes.  Recursos en diferentes áreas (identidad, talento, inteligencia emocional,  propósito, creatividad...).

Personalmente, como madre, me ha reforzado la importancia de la conexión, la escucha y el amor incondicional como elementos clave en la relacion con mi hija.

Profesionalmente,  como psicóloga, me ha dotado de numerosas herramientas,  estrategias y recursos para acompañar en consulta a padres y adolescentes en su desarrollo y crecimiento personal.

Un camino que merece la pena recorrer.